Para normalizar las salidas al máximo y, sobre todo, conseguir el nivel de seguridad necesario para pacientes disfágicos, te presentamos una serie de trucos. EL objetivo, lograr que disfruten de las comidas veraniegas de manera segura y placentera fuera de casa.
1. Planificación y Preparación
La preparación es clave. Antes de salir, investiga el lugar donde planeas comer. Llama con anticipación para conocer el menú y verifica si pueden adaptar los platos a tus necesidades. Si no es posible, considera llevar tus propios alimentos preparados.
2. Elección de Alimentos Apropiados
Opta por alimentos que sean naturalmente suaves o que puedan ser fácilmente modificados o tratados para obtener las texturas seguras para cada tu caso particular. Frutas como plátanos y melones, verduras cocidas y trituradas, y proteínas como pescado suave o pollo desmenuzado son buenas opciones. Evita alimentos secos o duros que puedan aumentar el riesgo de atragantamiento.
3. Hidratación
Las bebidas son esenciales para una buena hidratación, especialmente en verano. Contar con bebidas que tengan una consistencia segura no es lo más normal en establecimientos hosteleros. Prepara los productos que suelas utilizar para llevarlos siempre contigo.
4. Una batidora portátil...
Llevar contigo herramientas útiles como una batidora portátil para triturar alimentos, puede ser muy prácticos cuando estás fuera de casa.
5. Ambiente Adecuado
El entorno también importa. Busca un lugar tranquilo para comer, sin distracciones. Comer despacio y en un ambiente relajado puede reducir el riesgo de problemas de deglución.
6. Acompañamiento y Vigilancia
Siempre que sea posible, come en compañía de alguien que entienda tus necesidades y pueda ayudarte en caso de emergencia. Esta persona puede estar pendiente de cualquier signo de dificultad al tragar y actuar rápidamente si es necesario.
7. Educación y Comunicación
Educa a tus amigos y familiares sobre la disfagia. Informarles sobre tus necesidades y las precauciones que deben tomar puede hacer que las comidas compartidas sean más seguras y agradables para todos.
Esperamos que estas sencillas ideas puedan resultar útiles a cuidadores y pacientes.
¡Feliz verano y buen provecho!